martes, 26 de marzo de 2013

La Recuperación Deportiva


Este artículo va dirigido a preparadores, entrenadores, fisioterapeutas y cómo no, a todos los deportistas profesionales o no que quieren saber cómo mejorar su rendimiento y capacidades.

El entrenamiento deportivo es un proceso complejo que exige un buen conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano tanto por parte del entrenador, como por parte de todo aquel relacionado con la preparación directa del deportista: fisiólogo, médico, bioquímico y psicoterapeuta, entre otros; y en caso ideal por parte del atleta. La capacidad de combinar en forma correcta carga-descanso define en gran medida la efectividad del trabajo realizado. La acumulación de la fatiga sin una recuperación adecuada provoca disminución de la capacidad de trabajo, estancamiento de los resultados y en algunos casos, (infortunadamente no pocos), el término temprano de una gloriosa carrera deportiva.
A continuación os presento algunas consideraciones sobre el fenómeno de la recuperación, sobre su característica fisiológica y sobre los medios utilizados actualmente para acelerarla. Esto último es causa de la necesidad de lograr que el organismo soporte nuevas cargas, cuando los medios naturales de descanso no han logrado la recuperación adecuada; caso típico de ciclistas profesionales en pruebas por etapas o las tan temidas como amadas “Ruta de los conquistadores”,  Sevilla-Marrakech en BTT”…
Es bien sabido que como consecuencia de la realización de un trabajo físico ocurren en el organismo una serie de cambios estructurales y funcionales cuya base es un fenómeno normal denominado fatiga y caracterizado por un empeoramiento temporal del metabolismo, de la regulación de los sistemas fisiológicas básicos; por agotamiento de las reservas energéticas y, por consiguiente, de la disminución de la capacidad de trabajo general y específica.
La continuidad sistemática de este fenómeno estimula la adaptación del organismo a diferentes cargas y origina un nuevo y mejor nivel de vida y mayor capacidad de trabajo. Cuanto más intenso es el esfuerzo realizado por un órgano dentro de los límites fisiológicos, mayor es su adaptación a él y mayor su capacidad de rendimiento y resistencia.
El grado de fatiga, su manifestación y su duración, así como la velocidad de la recuperación, están condicionados por varios factores:
1.    Trabajo realizado: carácter, orientación, volumen, intensidad, duración y grado de tensión emocional, entre otros.
2.    Condición del deportista: edad, estado de salud, nivel de entrenamiento…
3.    Características del periodo anterior al entrenamiento.
4.    Particularidades del medio ambiente.

En la figura que se muestra a continuación se observa la dinámica de la capacidad de trabajo después de una carga máxima y durante el periodo de recuperación.

Donde I: Fase de agotamiento
            II: Fase de recuperación
           III: Fase de supercompensación
          IV: Fase de retorno al nivel inicial

Así el proceso de recuperación posee ciertas características generales:
1.    La duración del periodo de recuperación de la mayoría de los índices funcionales se encuentra en relación directa con la magnitud del trabajo realizado. Entre mayor es la carga soportada por el organismo, más cambios ocurren en los diferentes sistemas y, por consiguiente es mayor el tiempo necesario para el retorno al nivel normal; y por el contrario, entre más baja es la magnitud del ejercicio, más corto es el periodo necesario para la recuperación del esfuerzo anatómico máximo.
2.    La recuperación de los sistemas funcionales ocurre a diferente velocidad y, en algunos casos, con diferente orientación, de tal manera que todos los sistemas no llegan al estado de reposo al mismo tiempo, lo cual se conoce como heterocronismo. Por lo tanto, al tratar de calificar unos poco índices en el retorno al nivel inicial, es necesario observar los de aquellos sistemas que se recuperan más lentamente.
3.    La capacidad de trabajo durante el periodo de recuperación no solo alcanza su estado inicial sino que puede superar ese estado, pasando por una fase de supercompensación. En efecto, la planeación de las curvas de rendimiento debe de estar orientada de tal forma que el deportista llegue a las competiciones más importantes en esa fase.
Clasificación general de los medios de recuperación.
Los medios de recuperación se dividen en tres grupos principales: Pedagógicos, psicológicos y medios biológicos.
Medios pedagógicos: Están basados en la capacidad del organismo de autorecuperar los recursos funcionales y energéticos consumidos durante la realización del esfuerzo y luego de su suspensión. Entre ellos se encuentran: combinación y sucesión racional de la carga, correcta continuidad de trabajo y descanso durante todas las etapas de la preparación, desarrollo de otros tipos de actividad muscular deferentes al competitivo, gran variedad de los medios de competición, descanso activo, utilización de medios específicos y no específicos de trabajo, introducción del juego en las sesiones de entrenamiento, ejercicios en medio acuático, Cross ligero, y cambio en las condiciones de entrenamiento. Estos son elementos esenciales para los deportistas, desde principiantes hasta de alto rendimiento, sin importar la etapa de entrenamiento en la que se encuentren.
Medios psicológicos: Están dirigidos a disminuir la tensión nervio-psicológica del deportista, lo cual, a su vez, posibilita una recuperación más rápida de la esfera motora y de las funciones fisiológicas del organismo. Estos se dividen actualmente en dos grupos:
1.    Medios psicopedagógicos, que consideran indispensable el acercamiento entre el entrenador y el deportista, el conocimiento de las particularidades individuales y del estado emocional de este último; y la organización del descanso de diferentes maneras. Además, estiman necesario crear un clima de trabajo agradable dentro del colectivo, reforzado por sesiones de recreación, charlas individuales y grupales, con utilización de elementos especiales como cine, vídeos y música.
2.    Los medios dirigidos a la regulación y corrección del estado psicológico. Entre ellos se encuentra la hipnosis, la sugestión, y el entrenamiento psicorregulador.

Medios médicos biológicos: Desempeñan un papel muy importante en el establecimiento de la recuperación total. Dentro de sus efectos se encuentran el incremento de las cualidades defenso-acomodativas determinadas por la estabilidad frente a diferentes factores perjudiciales del medio y de las situaciones estresantes, así como su ayuda en la disminución de la fatiga general y local.
Para acelerar el proceso de recuperación, en la práctica médica se emplea un amplio círculo de medios. Entre ellos se encuentra en primer lugar, una dieta alimenticia especial, acorde con el gasto energético del deportista, con su especialidad, y acorde con la etapa del entrenamiento, entre otros; en segundo lugar, la vitaminización, y en tercer lugar, gran variedad  de preparados farmacológicos de origen vegetal y sintético. Lógicamente su empleo debe ser controlado por un especialista ya que la combinación de ciertos preparados puede cambiar la farmacodinámica y su acción en el organismo será diferente a la esperada. Se debe evitar, principalmente la auto receta (fenómeno muy popular en nuestro medio) o tomar al pie de la letra los comentarios de los foros de internet puesto que observando estos se dicen muchas cosas sin fundamento. Si no existe el conocimiento necesario, las consecuencias pueden ser perjudiciales para el desarrollo normal de deportista o se puede presentar la utilización de substancias prohibidas, comúnmente conocida como doping. Otro tipo de medios médico biológicos de recuperación son los llamados medios físicos entre los que se encuentra el masaje, la sauna, las duchas,  la estimulación térmica y eléctrica, y la oxigenación en cámaras hiperbáricas.
Finalmente, es muy importante recordar que no siempre hay que precipitarse a acelerar el mecanismo de recuperación, pues esta demostrado que con el objetivo de mejorar las capacidades funcionales del organismo es necesario realizar entrenamientos sin que se haya recuperado totalmente.
“La perfección no es de este mundo”, con el organismo no hay recetas mágicas, para que todo te de resultado lo que necesitas es: Conocimientopara saber lo que debes y no debes de hacer, Mente abierta para poder reconocer y valorar todas tus variables, y Ausencia de Prisas para que los procesos se puedan realizar de forma natural sin crear un mayor stress al organismo.
             Disfruta de la temporada.


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